EL TAROT DEL AMOR

Por lo menos una vez en mi vida me he formulado preguntas como: ¿Cuándo será que llega mi media naranja? ¿Será que no hay nadie para mí en este mundo? O ¿Por qué no me habrán funcionado las cosas bien con ella, si al principio nos adorábamos y todo parecía marchar de la mejor manera?

Las he dicho al viento en momentos de ansiedad, de desesperación.Solo en mi apartamento o cuando estoy ya algo prendidopor los tragos durante una noche de juerga con mis amigos, que sí tienen pareja.

Sin embargo, hace pocos días, en medio de mi casi insalvable soledad decidí aceptarel consejo de mi mejor amiga: acudir dónde un vidente experto a que me leyera mi tarot del amor y créanlo o no, hoy me siento con muchas más esperanzas y atento a las señales del cosmos.

Una cita con el destino

Me dejé convencer de mi amiga, porque según sus propias palabras, después de haber consultado su tarot del amor logró ser más paciente, cualquiera lo hubiera sido, pues la lectura le arrojó  que había un hombre de mediana edad destinado para ella, un sujeto alto, robusto,de tez morena el cual estaba más cerca de ella, de  lo que podría imaginarse y que le faltaba era el valor para declarársele pues llevaba meses con el gusto atorado en el pecho.

Como dije, a partir de la videncia ella se tranquilizó, tiene 31 años y comenzaba a verse afectada por la soltería. Se convenció de que tenía que reconocer la oportunidad inmediatamente se le presentara. Y así fue, el ingeniero de sistemas de la empresa le coqueteaba tan tímidamente que en su estrés diario, jamás lo había notado. Lo curioso fue que en un paso de valentía ella se arriesgó y lo invitó a salir. Hoy tienen tres meses de estar saliendo y la relación va viento en popa.

Así que conociendo, el caso de mi amiga, me dejé conducir hasta el consultorio del vidente. Debo confesar que me daba un poco de miedo, creo que es el temor normal a conocer sobre los sucesos por venir. Allí después de un rato en una sala de espera recibiendo todas las recomendaciones de mi amiga, entramos y nos atendió un hombre de mediana edad, bajito, robusto, de ojos negros, mirada profunda y de barba poblada.

-Profesor- le dijo mi amiga -Él también viene a que lea el tarot del amor- agregó señalándome. Mientras yo estaba temeroso, casi no hablaba pensando en que mis probabilidades estuvieran nulas. El profesor, muy cordial, me hizo varias preguntas sobre mis datos personales, mi signo y otros detalles. Momentos en los que fui ganando confianza, sentí su voz amigable y me tranquilicé definitivamente.

Mientras barajaba, me habló de los 22 arcanos mayores y de la importancia del significado oculto de las cartas, que en sus atributos simbólicos está la explicación a los fenómenos del universo, entonces me pidió que me concentrara en la pregunta que quería formular. 

La interpretación esperada

Después de partir el mazo, me pidió que eligiera 5 cartas  luego me explicó varias cosas que serían imposibles decir acá, pero resumo con lo más importante. “Mira, es la carta de los enamorados, es probable que un amor regrese para quedarse”, entonces sonreí.