El acero que se utiliza para la
construcción de estructuras metálicas y obras públicas, se obtiene a través de
la laminación de acero en una serie de perfiles normalizados.
El proceso de laminado consiste en
calentar previamente los lingotes de acero fundido a una temperatura que
permita la deformación del lingote por un proceso de estiramiento y desbaste que
se produce en una cadena de cilindros a presión llamado tren de laminación.
Estos cilindros van formando el perfil deseado hasta conseguir las medidas que
se requieran. Las dimensiones de las secciones conseguidas de esta forma no se
ajustan a las tolerancias requeridas y por eso muchas veces los productos
laminados hay que someterlos a fases de mecanizado para ajustar sus dimensiones
a la tolerancia requerida. Luego para comprar acero solo hay que consultar el catálogo con las diferente dimensiones y elegir
uno.
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